
Berlín era ya una ciudad divida. Desde que finalizó la guerra, fue así. El muro fue solo el reflejo de una situación que se fue fraguando desde el fin de la contienda. Aunque ya habían salido de un terrible conflicto, seguían bajo la hegemonía del miedo y de la represión. Uno de los ejemplos más claros de ello era la central de la Stasi y Prisión Soviética. Te comentamos en este reportaje cómo visitar la prisión de la Stasi Hohenschönhausen.
Historia
El Origen de esta cárcel proviene del complejo que se realizó en época del Tercer Reich para albergar un campo de trabajo y unas cocinas. Este edificio, al finalizar la guerra, fue ocupado por los soviéticos, que lo reconvirtieron en una prisión provisional. Muchos de los presos permanecían durante un período relativamente corto hasta que eran trasladados a otros lugares, como los campos de concentración nazis que los soviéticos mantuvieron. La reconversión paulatina en prisión fue realizada por los propios prisioneros que eran obligados a trabajos forzosos. Serán ellos los que construyan el denominado “Submarino”, una parte de la cárcel compuesta por 60 celdas sin ventanas y totalmente aisladas.
Desde 1951 la prisión pasó a manos del Ministerio de la Seguridad del Estado, trasladándose a la mayoría de los prisioneros a un nuevo edificio, mientras este se utilizó como almacén. Este nuevo inmueble fue construido también por los propios prisioneros, que edificaron estas nuevas instalaciones con unas doscientas celdas y diversas salas dispuestas para los interrogatorios. En las inmediaciones del complejo también se encontraban otros lugares destacados del servicio de la Stasi, como el Sector Técnico Operativo, El Servicio Central de Espionaje, o también un campo de trabajo.
Poco a poco conforme el sistema comunista fue perdiendo poder, también lo perdió la central de la Stasi y sus delegaciones. En 1989 con las reformas que se estaban levando a cabo desde la URSS, la Stasi se convertirá en la Oficina de Seguridad Nacional; aunque poco después se ordenó su cierre, conjunto a las cárceles. Los últimos prisioneros consiguieron su libertad en 1990, cerrándose oficialmente el 2 de Octubre.
Condiciones de los Presos
Las condiciones de la cárcel eran pésimas. Las celdas que pertenecían a la parte denominada como el Submarino no contaban con ningún tipo de ventilación, sin nada más que una sencilla cama y un cubo. La iluminación venía de una simple bombilla encendida todo el día, para que no pudieran distinguir el día de la noche. También existían las celdas denominadas jaulas de los tigres, que se encontraban al aire libre, sirviendo como recompensa o como castigo dependiendo de la climatología.
Además de las condiciones físicas e higiénicas deplorables, estaban sometidos a torturas constantemente. Durante los interrogatorios los sometían a suplicios físicos diversos. Estos fueron abolidos a la muerte de Stalin en el 53, pero fueron sustituidos por la tortura psicológica.
Entre sus presos contaban con una gran diversidad de personas, cualquiera que fuera sospechoso de ser peligroso para la seguridad del estado. O bien susceptibles de ser nazis, opositores políticos, personas que generaran inestabilidad, o incluso propios miembros de los partidos socialistas que consideraran que se estaban apartando de las lineas impuestas por la doctrina más pura.
Visitar la prisión
Tras la caída del muro la mayoría de los edificios se mantuvieron en su estado original. Será en 1994 cuando se establece un Memorial en el sitio. Lo más destacado de ello es que son los propios antiguos presos los que sirven de guía por el lugar y que nos conducen dentro de esta prisión.
Nos cuentan sus historias, sus vivencias, nos guían por los rincones de sufrimiento y represión que vivieron en la misma. El memorial ha mantenido el emplazamiento para que se puedan ver las condiciones de vida y se puedan entender las torturas a los que se veían sometidos. Se presentan además diversos documentos recogidos desde 1951 a 1980 de testimonios e investigaciones de las personas que sufrieron los tormentos. En 2006 se realizaron varios paneles que recuerdan las víctimas de la dictadura comunista. Este lugar quiere por una parte conmemorar los hechos, pero a la vez investigar y difundir parte de la historia vivida. A través de estas exposiciones presentadas por personas que lo vivieron en primera persona, se pretende acercar a la gente a una realidad de persecuciones y opresión política vivida en la Berlín de postguerra.
Es uno de los lugares más destacados tanto por su forma de presentar la información como por la conservación del mismo, con la visibilidad de la historia comunista de la ciudad.
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Ubicación de la cárcel de Hohenschönhausen
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